El carnaval tiene su nacimiento durante las fiestas paganas que se realizaban hace más de 5.000 años en Sumeria y Egipto y durante las saturnales del Imperio Romano, que adoraban a Saturno, dios de la cosecha.
Eran ritos de
purificación, que se celebraban en el mes de febrero y que daban un balance del
tránsito de un año a otro en el que se producía la renovación del cosmos.
Durante tales festejos,
los romanos se ofrecían a los propósitos de una divinidad de la mitología
griega, Momo, señor de la burla y la locura, célebre por deleitar a los dioses
del Olimpo gracias a sus críticas agudas y mímica grotesca.
Más tarde, durante la Edad
Media, ya era tradición que durante las llamadas "fiestas de la locura" la multitud gastara bromas en lugares públicos
con el rostro cubierto con un disfraz.
Las fiestas duraban tres días
antes del Miércoles de Ceniza. Estos ritos se propagaron desde Roma hacia
Europa y un poco más tarde se esparcieron en América, llevados por los
conquistadores.
Al principio de la Edad
Media la iglesia católica propuso una etimología para el carnaval: el latín vulgar “carne-levare”,
que significaba 'abandonar la carne'
(lo cual justamente era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante
todos los viernes de la Cuaresma).
Pero no tenía sentido que
justamente la palabra carnaval significara la prohibición de las fiestas (en
las que siempre se comía carne y tocino).
Entonces surgió otra
etimología que actualmente se maneja en el ámbito popular: la palabra italiana “carnevale” que expresa que durante la
época del carnaval la "carne vale",
o sea que se puede comer.
Ya para fines del siglo
XX varios autores abordaron las sospechas sobre el origen pagano del nombre. “Karna”
es el dios Celta de las habas y el tocino (que en el Mahabhárata aparece como
un ser humano, hermano mayor de los Pándavas, hijo del dios del Sol y la reina
Kuntí).
Algunas personas creen
que la palabra carnaval se refiere a
una infundada antigua tradición pagana en la que se ofrecía carne al dios Baal
(carna-baal) en una fiesta donde el lema era que “todo vale”.
Eventualmente el carnaval
se ha convertido en una fiesta popular de carácter lúdico, en una fiesta, donde
todo vale…
Un carnaval es, entonces, una festividad pública que combina algunos
elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle y sexualidad sin
inhibiciones.
Según algunos
historiadores, el Carnaval en la tradición católica era la última oportunidad
para los excesos antes de la Cuaresma, pero se ha convertido en una festividad
popular internacional.
El Carnaval se refiere a
un tiempo concreto, celebrado posteriormente a la Navidad y que culmina en el
martes de Carnaval, que es el último martes antes de comenzar la Cuaresma
católica, un preámbulo para la Semana Santa. ¡Oh Dios! más fiesta…
La festividad
contemporánea conocida como el Carnaval pudo haber tenido su génesis en la
necesidad de consumir todas las carnes y los productos animales como los huevos
y la mantequilla antes que comenzara el periodo de la Cuaresma. Según la
tradición católica, durante la Cuaresma no se deben comer carnes, sino solo
pescados y verduras.
El período de Carnaval se
conoce también con el término francés de “mardí
gras”, “martes graso”, “martes gordo” o de la grasa.
Cuando se ha tratado de
señalar el origen del Carnaval, la historia se remonta hasta antecedentes de
distintas civilizaciones que, sin usar el mismo concepto de fiesta con que se
conoce al Carnaval, sí han utilizado objetos y utensilios similares.
En este sentido, la
utilización de máscaras en celebraciones y ritos de origen pagano se ha
interpretado como la existencia del Carnaval en cualquier tipo de cultura que
nos ha precedido.
Su historia se remonta a
las civilizaciones antiguas que celebraban algunas ceremonias agrarias y
carnales (carnestolendas) con el uso de máscaras y otros atuendos.
Como celebración en
occidente, el Carnaval es derivado del cristianismo. Este tiempo de desenfreno
se manifiesta previo al Miércoles de Ceniza, y permitía la satisfacción carnal.
Sin embargo, con el
transcurrir de los siglos su significado de libertinaje ha quedado opacado, y conserva
la alegría que se celebra al ritmo de música y disfraces coloridos.
QUE BUENO QUE HAYA TRASCENDIDO FRONTERAS. Y SE CONVIRTIERA EN UNA FESTIVIDAD DE CULTURA POPULAR EN NUESTRO ESTADO, LLENOS DE ALEGRÍA, MÚSICA, DISFRACES Y DESFILES DE DIVERTIDOS COLORES. A SU VEZ, LO ANEXARON AL CALENDARIO CATÓLICO ANUNCIANDO LA CUARESMA PARA LA LLEGADA DE LA SEMANA MAYOR (SEMANA SANTA).
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