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domingo, 6 de septiembre de 2020

LAS SALAS DE CINE DE CARÚPANO

 


Ir al cine, cuando teníamos cine, era muy diferente a ir al cine en los años 80s. Vamos a recordar esas cosas típicas en los cines de Carúpano en los ochentas y noventas:

Las salas de cine tenían varias carteleras con fotos de la película. Uno siempre se fijaba en las fotos para darse una idea si la película era buena o mala. Más de uno se llevó tremendo chasco.

Tenían un guía con una linterna que te alumbraba el camino para sentarte.

Siempre había un comercial que pasaban antes o en el intermedio de la película (no todos los cines).

En cuanto a las promociones, se ofrecía el Lunes Popular, recuerdas ¿Dónde?

En Carúpano llegó a existir simultáneamente hasta cuatro salas de Cine, todas ubicadas en Calle Independencia.

El Teatro Rex  

El primer sitio de proyección visual en nuestra gran ciudad, fue el Teatro REX, fundado por Don José Angrisano Limongi, padre de Humberto (administrador) y José Angrisano Núñez.

Escenario de grandes eventos culturales y sociales, traídos desde afuera y también nacidos en nuestro terruño como la elección de reinas del carnaval.

Ubicado a unos pocos metros de la céntrica Plaza Colón, entre calles Güiria y Cantaura, en la actualidad Centro Comercial REX. 

Era el único que tenía tres localidades: General, cerca de la gran pantalla; Balcón (algunos solían llamarlo Luneta), en lo más alto, cerca del proyector; y Preferencia, entre las dos.

También era el único cine que tenía dos taquillas para la venta de entradas, una para los tickets de General, y la otra para los boletos de Balcón y Preferencia.

Asimismo era el único que los sábados y domingos programaba tres funciones: Matiné a las 3:00 de la tarde; Vespertina a las 5:00 p.m.; y Nocturna a las 7:45 p.m.

Las entradas para las distintas funciones oscilaban entre 0,75 y 3,00 bolívares, ¡vaya que era un bolívar fuerte!

El Cine Bermúdez

La sala que competía con el Rex, era el Cine Bermúdez, de “Totoño” Blassini, ubicado entre las calles Araure y Quebrada Honda, frente al Grupo Escolar República de Haití, hoy Edificio Tawil, sede el Ministerio Público.

Sábados y domingos exhibían películas en dos funciones: Vespertina, a las 5:00 de la tarde, y Nocturna, a las 7,00 de la noche.

Por otra parte solo disponía de una sola taquilla para la venta de boletos. Era el más popular de los 4 cines, y tenía dos localidades: General y Preferencia.

El cine Bermúdez era muy famoso por las películas de Bruce Lee y era súper económico, no tenía aire y cuando terminaba la película mucha gente salía sin camisa por el calor. ¡Qué tiempos aquellos!

El Cine Central

La otra sala de Totoño, era el Cine Central, más cerca de la Plaza Colón, diagonal al Rex, donde queda ahora el Palacio Negro. Ya que la localidad de General carecía de techo, cuando llovía de allí se “pasaban” para Preferencia, mientras no lloviera, no pasaba nada.

En General los bancos de asiento no tenían espaldar, y en Preferencia no había butacas, sino bancos con respaldo. 

Allí se exhibían las películas ya “rayadas”, muy usadas, en el Bermúdez. El público asiduo asistente era “demasiado popular”, destacándose la gente del Sector Guayacán de Pescado.

Las películas más populares eran “Los tres Villalobos” y muchas películas mexicanas. En tiempos de Semana Santa se agotaban las entradas por las películas de “Jesucristo”.

El Teatro Lilma

La sala de cine más contemporánea de todas. Inaugurada el 3 de mayo de 1962, la noche víspera de “El Carupanazo”. En la noche inaugural se presentaron Lila Morillo y Mario Suárez con su conjunto.

El nombre del lugar se maneja entre dos versiones, la primera versa que el nombre se compone de las sílabas LIL por Lila y MA por Mario, originado por la presentación inaugural de Lila Morillo y Mario Suárez.

La segunda versión afirma que debe su nombre a las hijas mayores de su dueño Sr. Chuito Real; Lil y Maria del Valle.

El Lilma ha estado ubicado en plena calle Independencia. Al frente se ubicaba para su tiempo un almacén llamado “La Japonesa”.

Su público frecuente era más bien de clase media, entre baja y alta. Las exhibiciones eran variadas, aunque solían presentarse películas más actuales. Pero el ambiente era más tranquilo que el de los tres mencionados.

Anécdotas vividas en estos inolvidables lugares

Esta anécdota es copia fiel de las palabras de uno de los hijos de Don Humberto Angrisano, me refiero a Francisco Angrisano:

“Recuerdo perfectamente las ventas de cómics en la plaza del Rex, todas las películas chinas que se proyectaban los fines de semana, las "turbinas" de aire que nos secaban los ojos, e inclusive recuerdo la vez que mi padre (Humberto), contrato a un herrero llamado Lucho, para que soldara las sillas y evitar con ello que la gente las golpeara en señal de protesta si la película por alguna razón se detenía u ocurría algo que molestara al espectador.

Recuerdo a Pío, a Misaes (bastantes raspados de papelón con coco, granadina y limón disfruté), y las carteleras que por muchos años mi padre elaboró para presentar cada una de las películas. No puedo dejar de mencionar a Carmelo, sempiterno administrador del cine. A Iginio, quien proyectó muchos años las películas. En fin, una era imposible de olvidar.”

También se recuerdan cosas como estas:

En plena acera de los cines Bermúdez y Central, antes de la función, se apertrechaba el público con las castañas, cotufas, encaramados, huevos salcochados, pumalacas, jobo pelado (con y sin sal), los famosos golfeados y otras delicias caseras perfectas para la ocasión.

Una vez que se apagaban todas las luces en el cine Bermúdez y comenzaba la proyección, salía el espectáculo de murciélagos alrededor de las personas. Solo se escuchaba el zumbido cerca de nuestras orejas.

Una vez comenzaba la función en el Central y entrabas tarde, te tocaba tantear en la oscuridad para conseguir un espacio vacío en la pared para adaptarte y luego ubicar un puesto en algún banco.

La mayoría de la gente compraba, en el Bermúdez, el boleto para la General, pero ya dentro y una vez apagadas las luces se escuchaba un “tropel”, prendían las luces para averiguar y ya media Preferencia estaba ocupada. Era un espectáculo y una travesura que divertía a todos.

Era multitudinario y colorido el intercambio de revistas Comics y Vaqueras en la parte frontal al aire libre del cine Rex. El Llanero Solitario, Superman, Batman, Kaliman, Memín, y muchos otros comics.

La venta de chucherías, refrescos y cotufas tanto fuera como en la parte de las ventas de boletos.

Personajes Notables

El Sr. Pio y la típica presentación de sus ricos y famosos tostones. Iba a los dos cines, al Rex y al Bermúdez, en todas las funciones. Gratos recuerdos de sus célebres pregones.

“Barrabas” y su boliche (perinola), hacía hasta mil ensartes sin fallar, se coleaba para preferencial, y por molestar con su boliche, lo sacaban del cine Bermúdez.

En el Teatro REX al frente, en el espacio abierto, vendía Daniel Visaez sus famosos raspados, los cuales ofreció a los carupaneros en ese mismo lugar por muchos años.

Todo aquel que “bajaba” al centro tenía que disfrutar de su raspa’o (me incluyo).

El teatro sufrió cambios con el pasar del tiempo, pero Visaez se mantuvo allí, cual mata de roble, sin migrar a otro lado. Lo pude conocer en persona. ¡Vaya personaje!

Sr Vicente Paúl García (Anécdota contada por su hijo, José García)

Un personaje inolvidable pero que pocos notaban y uno de los principales responsables de llevar emociones de todo tipo al público en general. Se trata de la persona que proyectaba las películas en el Cine Bermúdez.

Hubo momentos en que ambos cines (Bermúdez y Central) pasaban la misma película simultáneamente y el Señor Vicente contaba con la apoyo de un ayudante llamado Jesús o Guicho, quien se encargaba de ir corriendo del cine Bermúdez al Cine Central a llevar los rollos de cinta para ser proyectados. ¡Vaya faena!

El Señor Vicente decidió para, ese entonces, entrenar a su ayudante para que proyectara las películas en el Cine Central.

Nota de reflexión:

He buscado, y aún lo hago, imágenes relacionadas con estos emblemáticos lugares de Carúpano y fue muy desalentador el resultado.

Apenas encontré una imagen sobre el cine Central y es la que he utilizado para adornar esta publicación. Agradezco y doy los créditos a la página de Facebook “Un poco de lo que era Carúpano” porque de allí tomé la imagen y parte de la información.

Es necesario y obligatorio que las autoridades regionales, las instituciones y nosotros como pueblo mantengamos y conservemos nuestro patrimonio cultural.

Es bastante triste ver como se desvanece nuestra historia regional, ver como desaparecen lugares como estos,  buscar y no encontrar evidencia fotográfica de sitios como estos y no se haga nada.

Hemos sido testigo, y el tiempo y las circunstancias lo afirman, como lugares históricos de nuestro pedacito oriental se van esfumando, van desapareciendo sin dejar rastro de su existencia. ¡Qué lástima!

Si quieres enriquecer esta parte de la historia de Carúpano, te invito a que participes, añadiendo de tu propia anécdota o recuerdo en la caja de comentarios.

11 comentarios:

  1. MUY BUENO, LO FELICITO POR LA RESEÑA.

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    1. Gracias, la idea es rescatar nuestra historia y que futuras generaciones conozcan su lugar de origen.

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  2. Excelente publicación, es asi como se construye un país Dios quiera muchos de nosotros que ahora somos padres y tal vez abuelos le lleguemos a contar estas historias a esos carajitos que por razones del destino no tuvieron la dicha de vivir tata humildad

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    1. Así es, es una contribución con el rescate de nuestros orígenes.

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  3. El gran Pedro Infante se presentó en el Teatro Rex Asi como muchos artistas nacionales, recuerdo que uno de los últimos fue Carlos Almenar Otero.

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  4. El gran Pedro Infrante llegó a presentarse en el Teatro Rex. Muchos artistas nacionales e internacionales lo hicieron, recuerdo el último en hacerlo/ Carlos Almenar Otero.

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  5. Quiero compartir esta anécdota con ustedes : en una ocasión mi madre nos da dinero para que vayamos, mi hermano mayor Israel y yo, al teatro Rex para que disfrutemos de ver una película. Les cuento que decidimos no entrar al teatro, sino gastar el dinero en todo lo que pudiéramos comer: perros calientes, refrescos,cotufas, majaretes, etc. Cuando ya terminamos de comer nos regresamos a nuestra casa felices y contentos. Mi hermano me dice que cuando mamá me preguntara cómo estuvo la película, que le dijera que estuvo muy buena, y asimismo fue. Mamá se vino enterando de aquella ocasión, de parte mía, años más tarde cuando ya éramos hombres. Es que era una tentación ir al teatro Rex: vendían mamey, jobo, mazorcas, maní, huevo sancochado, empanadas, perros calientes, raspao, cotufas,etc

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    1. Estás en lo cierto José, se disfrutaba tanto entrar a ver la película como solo ir y quedarse en la parte de afuera disfrutando de la variedad de meriendas típicas. Recuerdo también el pintoresco intercambia que existía con el "boom" de las revistas vaqueras, románticas y la gran cantidad de comics.

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  6. Buen dia... El cine centra quedaba donde esta ahora el pasaje colon... Nombraste a el proyector de las películas en el Rex... Yo conocí a Pedro Gomez(perucho) eran los años 70... Y en esa época quien vendía los ticket de preferencia y luneta era Delia Tang (Mi madre), y la portera de luneta era Carmen la India... Saludos

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  7. En mis tiempos de muchacho, en Carúpano el raspado no se le conocía con el nombre de raspado. Se le llamaba esnobol. Y había un personaje hoy olvidado que iba y venía, con su carreta vendiendo esnobol. Recorriendo las calles de Carúpano, era un señor a quien todo el mundo lo conocía como bocache. Hago este comentario como un recuerdo a ese señor que fue muy popular y como digo hoy es un personaje olvidado del Carúpano de la década de los sesenta.

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  8. Aparte de los cines ya mencionados, había en Carúpano un cine que era frecuentado por la gente de Guayacán de pescado, campo ajuro, y zonas adyacentes.la entrada costaba un real. Era el cine de David. Eso fue antes de la contrucción de la av. Perimetral.

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