Lo + Visto

martes, 18 de agosto de 2020

LOS PERROS SABEN QUE LAS PERSONAS NO SON PERROS

 

Se han realizado estudios que sugieren que los perros tienen una categoría mental para el término “humano”. Si sienten que algo califica en esa categoría, ellos lo tratarán de manera diferente.

Ellos no les dejaran sus juguetes a otros perros esperando que estos lo lancen para ellos.

Pero ellos suelen llevar sus juguetes hacia estatuas de humanos por accidente, con la esperanza de que jueguen.

Sin embargo, los gatos no tienen una categoría separada para los humanos. En lo que a ellos concierne, nosotros somos gatos grandes y tontos.

Ellos maúllan hacia nosotros, un gesto que suele estar reservado para las madres que llaman a sus hijos.

Ellos piden que los dejemos salir y volver a entrar porque consideran que ellos están haciendo el trabajo duro por nosotros.

Hasta donde ellos saben, ellos nos están cuidando de posibles intrusos.

La diferencia radica en el proceso de domesticación. Miles de años de cría selectiva favoreciendo a los perros que nos tratan bien, les han dado un entendimiento de los humanos.

Los gatos no han convivido con nosotros por tanto tiempo y rara vez se hacen esfuerzos por criar a un gato que sea bueno con nosotros.

Se puede apreciar una diferencia similar entre los perros y los lobos; cuando los cuidadores conviven el tiempo suficiente con los lobos, estos suelen asignarles un rol en la jauría.

Con frecuencia este rol es el de traer la comida y mediar en peleas, lo cual es el trabajo de los cuidadores de todas formas.

Los gatos han sido domesticados entre 8000 y 14000 años, más o menos lo mismo que los perros.

Los gatos son diferentes psicológicamente. Siendo un animal totalmente diferente, los gatos exhiben diferentes comportamientos.

Los gatos pueden sobrevivir por sí mismos. La mayoría de los perros no pueden.

No es del todo cierto que los gatos vean a los humanos como grandes gatos tontos.


Puede que no tengan una forma directamente comparable de ver a los humanos como lo hacen los perros domésticos, pero su comportamiento ciertamente indica que no nos ven como la misma especie que ellos.

El mayor indicio es que nunca intentan aparearse con nosotros (afortunadamente). Si nos vieran como otros gatos, entonces en algún momento podrían intentarlo y sin embargo nunca sucede.

Además, no se pelean con nosotros por el territorio, seguro, están felices de decidir exactamente en qué partes de la casa quieren dormir sin importar lo que parezcamos pensar.

Pero si nos consideraran otros gatos, se enfrentarían agresivamente a los humanos exactamente como lo hacen con otros gatos intrusos en su territorio, lo cual no hacen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario